- Los principales datos de Cantabria en febrero son peores que la media nacional; significa un retroceso respecto a nuestra situación en 2022
- La temporalidad y la precariedad siguen marcando el protagonismo del mercado laboral de la comunidad. Hay señales de atonía en la economía de la región
Los datos del desempleo del mes de febrero en Cantabria confirman el estancamiento de la economía y la atonía del mercado laboral, que no da muestras de recuperación, a la espera del comienzo de la temporada estival. Para la directora general de CEOE CEPYME Cantabria, Isabel Cuesta “los datos de este mes pasado confirman el estancamiento que estamos viendo en la economía de la región y que se refleja en los datos de empleo. El mercado laboral no propicia nuevas oportunidades de trabajo lo que ocasiona una mayor precariedad que afecta especialmente a los colectivos más vulnerables: mujeres y jóvenes sin experiencia laboral. Es un circulo del que no conseguimos salir”.
Para la directora general de la patronal, “el empeoramiento general de los datos de Cantabria respecto a la media de España es una señal de retroceso de nuestra situación en el conjunto de las autonomías e indica problemas específicos que es preciso abordar, como la temporalidad. Nos hemos comido el diferencial positivo que mantuvimos tras la finalización de las restricciones por la pandemia”.
Una de las manifestaciones más evidente de esta situación es la que hace referencia a la contratación. Para Cuesta, “la diferencia de casi 20 puntos negativos (45% frente a 28%) entre la media española y la cántabra en la contratación indefinida en lo que va de 2023 es muy preocupante ya que, más allá del dato, evidencia la gran incertidumbre que viven muchas empresas y sectores completos de nuestra economía y que los lleva a frenar los planes de expansión y la contratación”.
Isabel Cuesta sostiene que desde finales de verano se está observando una "ralentización" de la economía y el empleo en Cantabria, una "pérdida de empuje" y una "falta de reacción y estímulo" por parte de los poderes públicos "para evitar que lo que parece coyuntural en nuestra economía se vuelva estructural”.