Todo el comercio ambulante se ha visto obligado a cesar su actividad. Esta situación ha provocado un gran impacto económico en los trabajadores y trabajadoras del sector que viven al día y no pueden afrontar los pagos de consumos y bienes básicos como son la alimentación, el alquiler de las viviendas, los suministros, etc. La Asociación de Vendedores Ambulantes espera que las tasas de utilización de suelo público no se cobren hasta que haya una recuperación y estabilización de este sector y que desde el Gobierno Central y los Gobiernos Autonómicos se destinen ayudas por la situación de vulnerabilidad y escasos recursos que los profesionales de la venta ambulante están sufriendo. La comisión de vendedores ambulantes solicita a los diversos ayuntamientos de la región de Cantabria que, cuando las autoridades sanitarias lo permitan, en la desescalada se haga una reunión conjuntamente para que se planifique la nueva apertura de los mercadillos.