Los centros de trabajo deben conocer los protocolos y procedimientos de salud pública para la gestión de casos de COVID-19 y sus contactos para actuar correctamente si se detectara una sospecha o un caso confirmado.
Se deben establecer planes de continuidad de la actividad ante un aumento de las bajas laborales del personal o en un escenario de incremento del riesgo de transmisión en el lugar de trabajo, que incluyan posibilidades de redistribución de tareas y/o teletrabajo si fuera necesario. Los planes de continuidad se implementarán como parte de las medidas de salud pública para hacer frente a escenarios específicos.
Además, los centros de trabajo deben fomentar la adopción de medidas de higiene y prevención. Como norma general, las estrategias que se recomiendan para prevenir la propagación de COVID-19 en los centros de trabajo son similares a las que ya se recomiendan para la prevención de infecciones respiratorias frecuentes como la gripe.
Las recomendaciones de prevención y control de la infección contenidas
en este documento se basan en el escenario actual en el que se desarrolla la infección por SARS-CoV-2 y en la última información disponible.