Los constructores cántabros retomarán hoy martes 14 de abril, esta actividad “vital” para la economía regional y del conjunto del país, y que se ha visto interrumpida durante las dos últimas semanas por la paralización de sectores no esenciales decretada con motivo del estado de alerta declarado en toda España por la crisis del coronavirus.
Los profesionales de la región regresarán a su trabajo un día después de lo establecido, al ser este lunes 13 festivo en la Comunidad, y lo harán extremando las medidas de prevención, salud y seguridad ya adoptadas antes del parón, para tratar de evitar aún más los contagios y propagación del virus, según asegura la Asociación de Constructores y Promotores de Cantabria.
Así, proseguirán con los proyectos y obras en marcha los cerca de 15.700 empleados de 1.680 empresas que se vieron obligados a permanecer en casa por el endurecimiento del confinamiento decretado a finales de marzo, y que se sumaron a los 5.400 operarios que ya habían tenido que parar desde que se inició la alarma, siendo así uno de los sectores más afectados por la situación excepcional generada por el Covid-19. La ACP destaca el peso que sobre la economía tiene la construcción, que emplea a 1,27 millones de españoles -el 6,7% del total de ocupados, y de los que el 25% son autónomos-, y que desde esta semana continuarán con su actividad siguiendo las directrices de la guía pactada entre la patronal y los sindicatos del sector, a partir de las recomendaciones de Sanidad.
La agrupación empresarial defiende la vuelta al trabajo por diversos motivos, como el hecho de que resulta imposible el teletrabajo en las obras. Sin embargo, esta actividad se puede organizar sin que conlleve riesgos para los operarios, al desarrollarse en muchas ocasiones en espacios no confinados, al aire libre y en los que las tareas se llevan a cabo sin contacto con particulares.
En este sentido, la patronal cántabra subraya también que se trata de un sector altamente estructurado y que, por lo general, ocupa a una población de bajo riesgo de contraer la enfermedad producida por el coronavirus, según las propias estadísticas del Ministerio de Sanidad.
Y es que de acuerdo con el Informe del Observatorio de la Construcción sobre la evolución de la ocupación en el sector, fundamentado en la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2019, el 86% de los trabajadores tiene menos de 55 años, de los que el 20% no superan los 35, y apenas el 16% del total son mayores de 55 años.
La asociación remarca la importancia de la construcción, responsable del 10% de la economía del país, y su capacidad para generar empleo: 15 puestos por cada millón de euros de producción. A estos trabajos se suman los derivados de otros sectores e industrias sobre los que ejerce un “efecto de arrastre”, como la fabricación de los distintos materiales de construcción y su almacenamiento, la distribución y el comercio al por mayor, o el alquiler de maquinaria para obras.
Y es que la construcción es el sector que menor vinculación tiene con el mercado exterior, ya que apenas un 9% de su actividad depende de las importaciones. Además, genera bienes de primera necesidad, como la vivienda, e infraestructuras con importantes impactos en la productividad del resto de actividades y en los servicios que prestan las administraciones.
Junto a su contribución a las arcas públicas vía impuestos destaca también su fuerte relación con entidades financieras, a pesar de que en los últimos años hayan reducido su exposición al crédito inmobiliario y promotor en el ámbito de la edificación, mientras se mantienen las líneas de avales para garantizar la ejecución de la obra pública. “Es imprescindible reducir al máximo este riesgo retomando lo más pronto posible la actividad”, defienden los constructores
